domingo, 27 de enero de 2008

CARTA DEL JEFE INDIO SEATTLE:






Lo mas bonito de la vida son los caminos que se abren a nuestros pies sin haberlos siquiera imaginado.





También es muy bonito cuando todo parece complotar para que una experiencia llegue a tu vida, aún cuando este todo puedan ser fracasos o desengaños. No deberíamos renegar de los que nos pasa.





Experiencia chamanica



de la selva vinieron los aliados a sacar la maldad el abuso
la envidia y sobre todo la maldad




Todo eso sacaron los aliados de la selva con fuego agua aire deshicieron el mal , limpio de ese maleficio todo se ordena otra vez






poluido fue un gran peo de maldad


A.no pude ver mas





trate de sacar a Gabriel 







CARTA DEL JEFE INDIO SEATTLE:



Carta que el Jefe indio Seattle envió en 1854 a gran Jefe blanco de Washington, en respuesta a la oferta de éste de comprarle una gran extensión de tierras indias y crear una "reserva" para el pueblo indígena.


¿Cómo se puede comprar o vender el firmamento ni aún el calor de la tierra? Dicha idea nos es desconocida. Si no somos dueños de la frescura del aire ni del fulgor de las AGUAS, ¿cómo pueden ustedes comprarlo?

Cada parcela de esta tierra es SAGRADA PARA MI PUEBLO. Cada brillante mata de pino, cada grano de arena en las playas, cada gota de rocío en los oscuros bosques, cada altozano y hasta el sonido de cada insecto es sagrado a la memoria y al pasado de mi pueblo. La savia que circula por las venas de los árboles lleva consigo las memorias de los pieles rojas.

Los muertos del hombre blanco olvidan su país de origen cuando emprenden sus paseos entre las estrellas; en cambio NUESTROS MUERTOS NUNCA PUEDEN OLVIDAR ESTA BONDADOSA TIERRA, puesto que es la madre de los pieles rojas. Somos parte de la tierra y así mismo ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestra hermanas; el venado, el caballo, el gran águila, éstos son nuestros hermanos. Las escarpadas peñas, los húmedos prados, el calor del cuerpo del caballo y el hombre, todos pertenecemos a la misma familia.


El AGUA cristalina que corre por los ríos y arroyuelos no es solamente AGUA, sino también REPRESENTA LA SANGRE DE NUESTROS ANTEPASADOS. Si les vendemos tierras, deben recordar que es sagrada y a la vez deben enseñar a sus hijos que es sagrada , y que cada reflejo fantasmagórico en las clarasAGUAS de los lagos cuenta los sucesos y memorias de las vidas de nuestras gentes. EL MURMULLO DEL AGUA, ES LA VOZ DEL PADRE DE MI PADRE.
Los ríos son nuestros hermanos y sacian nuestra sed; son portadores de nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si les vendemos nuestras tierras ustedes deben recordar y enseñarles a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos y también lo son suyos, y por lo tanto deben tratarlos con la misma dulzura con que se trata a un hermano.

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestro modo de vida. Él no sabe distinguir entre un pedazo de tierra y otros, ya que es un extraño que llega de noche y toma de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermana, sino su enemiga; y una vez conquistada sigue su camino, dejando atrás la tumba de sus padres sin importarle. Le secuestra la tierra sus hijos. Tampoco le importa. Tanto la tumba de sus padres como el patrimonio de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, la tierra, y a su hermano, el firmamento, como objetos que se compran, se explotan y venden como ovejas o cuentas de colores. Su apetito devorará la tierra dejando atrás sólo un desierto.

No sé, pero nuestro modo de vida es diferente al de ustedes. La sola vista de sus ciudades apena los ojos del piel roja. Pero quizá sea porque el piel roja es un salvaje y no comprende nada.

No existe un lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ni hay sitio donde escuchar cómo se abren las hojas de los árboles en primavera o cómo aletean los insectos. Pero quizá también esto debe ser porque soy un salvaje que no comprende nada. El ruido sólo parece insultar nuestros oídos. Y después de todo, ¿para qué sirve la vida si el hombre no puede escuchar el grito solitario del chotacabras ni las discusiones nocturnas de las ranas al borde de un estanque? Soy un piel roja y nada entiendo. Nosotros preferimos el suave susurro del viento sobre la superficie de un estanque, así como el olor de ese mismo viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado con aromas de pinos.

(...)

Por ello consideramos su oferta de comprar nuestras tierras. Si decidimos aceptarla, yo pondré una condición: el hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos.

Soy un salvaje y no comprendo otro modo de vida. He visto a miles de búfalos pudriéndose en las praderas, muertos a tiros por el hombre blanco desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo cómo una MAUINA HUMEANTE puede importar más que el búfalo al que nosotros matamos sólo para sobrevivir.

¿Qué sería del hombre sin los animales? Si todos fueran exterminados, el hombre también moriría de una gran soledad espiritual. Porque lo que le sucede a los animales también le sucederá al hombre. Todo va enlazado.

Deben enseñarles a sus hijos que el suelo que pisan son las cenizas de nuestros abuelos. Inculquen a sus hijos que la tierra está enriquecida con las vidas de nuestros semejantes a fin de que sepan respetarla. Enseñen a sus hijos que la tierra está enriquecida con las vidas de nuestros semejantes a fin de que sepan respetarla. Enseñen a sus hijos que nosotros hemos enseñado a los nuestros que la tierra es nuestra madre. Si los hombres escupen en el suelo, se escupen a sí mismos.

Esto sabemos: la tierra no pertenece al hombre, el hombre pertenece a la tierra. Esto sabemos. Todo va enlazado, como la sangre que una a una familia. Todo va enlazado.

Todo lo que ocurra a la tierra le ocurrirá a los hijos de la tierra. El hombre no tejió la trama de la vida; él es sólo un hilo. Lo que hace con trama se lo hace a sí mismo. Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios pasea y habla con él de amigo a amigo, no queda exento del destino común. Después de todo, quizá seamos hermanos. Ya veremos. Sabemos una cosa que quizá el hombre blanco descubra un día: nuestro Dios es el mismo Dios. Ustedes pueden pensar ahora que Él les pertenece lo mismo que desean que nuestras tierras les pertenezcan; pero no es así, Él es el Dios de los hombres y su compasión se comparte por igual entre el piel roja y el hombre blanco. Esta tierra tiene un valor inestimable para Él, y si se daña provocaría la ira del Creador. También los blancos se extinguirán, quizá antes que las demás tribus. Contaminen sus lechos y una noche perecerán ahogados en sus propios residuos.

Pero ustedes caminarán hacia su destrucción rodeados de gloria, inspirados por la fuerza del Dios que los trajo a esta tierra y que por algún designio especial les dio dominio sobre ella y sobre el piel roja. Ese destino es un misterio para nosotros, pues no entendemos por qué se exterminan los búfalos, se doman los caballos salvajes, se saturan los rincones secretos de los bosques con el aliento de tantos hombres y se atiborra el paisaje con exuberantes colinas con cables parlantes. ¿Dónde está el matorral? Destruido. ¿Dónde está el águila? Desapareció. Termina la vida y empieza la supervivencia…

sábado, 26 de enero de 2008

Astrología
Terapeútica
Daniel Dancourt

La cuestión que quiero plantear aquí no es tanto si la astrología puede ser usada como herramienta auxiliar dentro de las terapias; esto está ya harto demostrado.

Muchos psicoterapéutas han usado las cartas astrales para guiarse con relación a sus clientes. Gente de renombre como Jung, James Hilman o Stanislav Grof han vertido opiniones muy claras sobre la utilidad de la astrología a este nivel y han concluido que la carta natal es la mejor herramienta para describir la naturaleza de un individuo. Lo que quiero plantear es más bien que la Astrología por sí sola tiene usos psicoterapéuticos, en concreto me refiero al asesoramiento astrológico y los grupos de trabajo en astrología.

Por lo dicho anteriormente es necesario ir puliendo un enfoque netamente astroterapéutico. A lo largo de mis más de 20 años de experiencia en la consulta y los grupos de astrología me he encontrado con la necesidades de los clientes de tener un apoyo terapéutico a sus problemas o sus deficiencias personales y en la que el uso de la astrología como una mera herramienta de predicción no servía de mucho.

La lectura astrológica es un proceso de doble vía que abarca el entendimiento del astrólogo y el de su cliente a la vez. El contacto puede alterar potencialmente el nivel de conocimiento o de consciencia del cliente y tiene parecidos efectos sobre el astrólogo.

Cada individuo expande su realidad cuando trata de comprender otro punto de vista. Todos vemos el universo desde un diferente punto de vista y cuantos más puntos de vista se asimilan, más completo es uno. Cada evento, cada persona y cada realidad es un componente del todo. Para acceder a la totalidad es esencial atraer a la consciencia cuanto más fragmentos contradictorios sea posible.

Constelaciones Planetarias y Constelaciones Familiares.

La expresión más directa de la Carta Astrológica de un ser humano es que ésta representa o simboliza la atmósfera familiar del momento de nacimiento, (seríamos más precisos si habláramos de la atmósfera emocional que reinaba en la familia). Esa atmósfera del momento de nuestro nacimiento viene dada por la historia familiar y por ello podemos suponer que nuestra Carta Astrológica representa también el momento de la historia familiar en que hemos nacido.

Así por ejemplo si hemos nacido unos meses después de que nuestra madre perdiera a su madre, esto sin lugar a duda aparecería en nuestra Carta Astrológica, ya que al nacer nuestra madre todavía estaría bajo el efecto de esa perdida afectiva.

El primer ámbito donde se experimenta lo señalado por la Carta Astrológica es la familia, es más, pareciera que nuestra Carta Astral funcionó antes de que viniéramos al mundo, ya que curiosamente refleja sucesos de la historia familiar incluso tres generaciones o más antes de que naciéramos. También señala la posibilidad de que esa historia se repita.

Así la Carta Astral nos ayuda a entender y aceptar aspectos de nuestra historia colectiva y usada junto con el Genograma nos ayuda a descubrir los secretos del inconsciente familiar que tanto nos condicionan. Como decía Alejandro Jodorowsky: Nuestro árbol genealógico por una parte es la trampa que limita nuestros pensamientos, emociones, deseos y vida material.. y por otro es el tesoro que encierra la mayor parte de nuestros valores, lo mismo podría decirse de la carta astrológica y añadir que este trabajo de astrogenealogía aspira a que cada persona transforme, a través del perdón, su memoria familiar en leyenda heroica.

Muchas personas que han venido a consulta desde ambientes terapéuticos y psicoanalíticos, han reconocido que con el conocimiento que les aportaba su Carta Astrológica, sus procesos terapéuticos hubieran sido más rápidos y menos ciegos. Recuerdo una clienta, apenas terminé la sesión, se puso a llorar y me dijo que si hubiera escuchado antes a un astrólogo de orientación psicológica no hubiera estado 10 años en terapia tratando de saber quien era.

Debemos de tomar consciencia de que la astrología tiene en si unos factores que ayudan a la persona a encontrarse a si misma y la carta astral es una perfecta guía de autoanálisis, lo que es una vacuna hacia las excesivas dependencias que se dan hacia los terapeutas.

¿Cuales serían otros factores que convierten en la consulta astrológica en una consulta astroterapéutica?.

El primer factor depende del astrólogo, su disposición a ello y del cliente, en ambos debe de haber sinceridad y comunicación y el astrólogo ante todo debe de tener alguna experiencia en trabajos terapéuticos. Pero este primer factor implica comunicación, saber llegar al cliente, tratar de contactar con sus verdaderas necesidades, tener la capacidad de ir de los planteamientos intelectuales a contenidos más emocionales, la consulta astrológica debe de emotivizarse, emocionarse para que tenga un impulso transformador en la persona.

Otro factor importante para que la consulta astrológica tenga elementos curativos es la regresión. Toda terapia tiene un componente regresivo. Ahora bien, la Consulta de la Carta Astrológica es la consulta del momento de nacimiento. El mero hecho de remitirse al mapa del cielo del día, lugar y hora de nacimiento ya tiene una connotación regresiva y por lo tanto posibilidades terapéuticas.
Situémonos en el principio, de todo este asunto que es el momento de nacimiento. Estamos hablando de la carta astral, de su enfoque psicológico, terapéutico. La carta astral se realiza en función de la hora de nacimiento y simboliza tanto lo que nace como las cualidades del nacimiento y esta vivencia se va a repetir a lo largo de la vida, como un continuo retorno, una regresión necesaria.
Rememorando el Mito del Eterno Retorno, podemos decir que la lectura del momento de nacimiento, la lectura del Cosmograma de cuando salíamos del vientre materno, tiene bastante de experiencia mítica terapéutica, ya que nos conecta con un espacio y tiempo sagrado, nuestro origen, el momento en que vinimos al mundo. Y de acuerdo a como se haga esta lectura podemos estimular lo resortes internos que impulsen nuestra evolución, nuestro camino a la plenitud, al ser completo.

La Busca de la Totalidad.

Toda terapia busca impulsar al individuo a una experiencia amplia de su ser, a hacer conscientes aspectos de nuestro yo o de nuestra existencia que son ignorados o rechazados por la persona, lo que en parte se ha simbolizado en el beso de la Bella a la Bestia, de la Luz a la Sombra, la integración de polaridades.

Así la Carta Natal es una imagen de la totalidad de nuestro ser, de nuestro lado masculino, femenino, nuestra sombra y potencialidades escondidas. Es una profunda imagen de nuestro ser y una correcta interpretación de ella nos acerca a la totalidad de nuestro ser, nos hace más completos. Si observamos con sensibilidad y emoción una carta natal, no es unidimensional, no es monoteísta, allí en ese dibujo extraño sobreviven los antiguos dioses paganos, los dioses planetarios y zodiacales encarnados en nuestros antepasados y que simbolizan diferentes niveles y aspectos de la totalidad del ser. H. Hesse en su libro Demian expreso muy bien lo que quiero decir en el párrafo siguiente: "La vida de todo ser humano es un camino hacia si mismo, la tentativa de un camino, la huella de un sendero. Ningún ser humano ha sido por completo el mismo; pero todos aspiran a llegar a serlo, oscuramente unos, más claramente otros, cada uno como puede".

Daniel Dancourt
Astrología Terapeútica
danieldancourt@teleline.es